UN LEGADO DE LEMURIA AUN EN SUS LUGARES.

LA RED ENERGÉTICA DE LOS CRISTALES LEMURIANOS.

Desde las mas profundas memorias ancestrales grabadas en el éter planetario y de vuelta a la vida por los deseos grabados en ellos, se convierten en una nueva oportunidad de recuperar las enseñanzas y energías de aquellos seres gigantes que evolucionaron y se fueron, la mayoría a otras densidades.

La red de cristales fue colocada desde tiempos tan lejanos como 80,000 años en los océanos por los mismos maestros Lemurianos que crearon los Discos Solares.

El propósito de la Red de Cristales fue la recuperación de las memorias de los tiempos, cada uno de esos cristales permanece irradiando energías de sanación planetaria y huéspedes generadas por la caída de conciencia.

Por esa razón permanecen ocultos irradiando la luz de los rayos turquesa y violeta, ya que la fuerza de estos 2 de 7 rayos representan a la Conciencia Cristica y la sanación de la carga karmica respectivamente.

Ante su inminente desaparición bajo las aguas dejaron estos artefactos que

se encuentran en los fondos marinos que se enuncian:

ANTARTIDA: Cristal Maestro que sostiene ambas energías Océano Pacífico y Atlántico.

PACIFICO. Rayo violeta.

Nueva Zelanda

Isla gorgona, Colombia

Isla Maui, Hawai

ATLANTICO. Rayo turquesa.

Costa de Ciudad de cabo, Sudáfrica,Puerto pirámides, Argentina,Gran canaria, Islas Canarias España

Al ser colocados en el planeta la fuerza de la Luz codificada desde el corazón cristalino planetario se irradio para liberar paquetes de información que generaron el paso de la Rejilla Cristica.

La Rejilla Cristica  estuvo siendo sostenida durante milenios por 144,000 nódulos energeticos de Luz.

A través de los 5 elementos existentes Agua, Aire, Fuego, Tierra y Eter el ser humano fue guiado para la integración de la conciencia a través de sus 5 cuerpos,  Físico, Emocional, Astral, Eterico y Mental.

A la fecha ese efecto liberador de la obscuridad esta sacando al humano de la caida de la conciencia que perduro miles de años a causa de injerencias de la contraparte de la luz.

Estos seres ahora idos en su conversión a la luz de Ascención siempre supieron por los eventos que ocurriría que las cargas negativas llevarían al planeta a una degradación karmica, y dado que eran en extremo espirituales dejaron estos cristales aún activos con la certeza que ayudarían a generaciones futuras.