1/3.- UBICACION: GUANTANAMO, DIA 1, JUICIO MILITAR BILL CLINTON.

BILL CLINTON: TRIBUNAL MILITAR DIA 1

El Tribunal Militar de William Jefferson Clinton en la Bahía de Guantánamo comenzó el viernes 18 de junio, luego de una demora de tres días causada por una panelista del tribunal de acusación, cuya muestra amorosa de afecto hacia el ex presidente, conmocionó a la Oficina de Comisiones Militares. (Ver Supra 15 de Junio)

ENJUICIADOS.

La jovialidad y arrogancia que Clinton mostró el lunes se evaporó cuando los parlamentarios uniformados lo escoltaron a la sala de audiencias sur de GITMO el viernes por la mañana. Un Bill Clinton mucho más hosco y desamparado, con la cabeza gacha, estaba sentado en la mesa de la defensa junto al abogado que había elegido para representarlo, el venerable David E. Kendall.

Kendall es un abogado estadounidense, graduado de Wabash College, Yale Law School y Worcester College, Oxford, que trabajó con el juez de la Corte Suprema Byron White, trabajó como abogado asociado en el NAACP Legal Defense Fund y ha sido socio de Williams & Connolly LLP de Washington, DC desde 1981, donde ha brindado asesoría legal a individuos y corporaciones en asuntos comerciales y políticos de alto perfil. Representó a Clinton durante el proceso de juicio político de 1998-1999 derivado de las relaciones de Clinton con la pasante de la Casa Blanca, Monica Lewinski.

Al comienzo de los procedimientos del viernes, Kendall le pidió audazmente al Contralmirante John G. Hannink que "desestimara sin prejuicios" todos los cargos presentados contra Bill Clinton. Esos cargos incluyen asesinato, delitos sexuales contra menores, traición, robo de propiedad del gobierno,

“El presidente Clinton no debería tener que responder por los crímenes de Hillary Rodham Clinton, quien ya ha sido sentenciada y ejecutada. (Ver Supra 3/06) Durante muchos años, William Jefferson Clinton fue en gran parte ajeno a las transgresiones de su esposa, y una vez que se dio cuenta de ellas, tuvo solo una participación periférica, en el mejor de los casos. No se equivoque, ella tomó todas las decisiones. Mi cliente me acompañó en el viaje ”, dijo Kendall.

“Fue todo Hillary”, dijo Bill Clinton.

Pero el vicealmirante Hannink no estaba impresionado por la negativa de Clinton a responsabilizarse por sus fechorías. Parafraseando la observación del autor Peter Schweizer en el libro "Clinton Cash", el vicealmirante Hannink señaló que "la pareja que roba junta, permanece junta", y expuso esa teoría al decirle al tribunal que "aparentemente, la pareja que mata junta, permanece junta también . "

"Y no hay un 'estatuto de limitaciones' para el asesinato, ni siquiera para usted, detenido Clinton", dijo el vicealmirante Hannink.

"Mi cliente nunca mató a nadie", intervino Kendall.

Su declaración llevó al vicealmirante Hannink a presentar una llamada telefónica grabada para el tribunal. Fue una conversación de 1993 entre Bill Clinton, la entonces fiscal general Janet Reno, el entonces jefe de la ATF, David Chipman, y el exdirector del FBI William Sessions. La llamada, grabada el día 50 del enfrentamiento de Waco entre el líder de la Rama Davidiana, David Koresh, y las agencias de alfabetización de Estados Unidos, sustenta el creciente odio de Clinton no solo hacia Koresh, sino también hacia las mujeres y los niños protegidos dentro del complejo. Reno, Chipman y Sessions instaron a Clinton a resolver rápidamente el prolongado estancamiento, argumentando que su indecisión empoderaría a los futuros "terroristas domésticos" y fanáticos religiosos para seguir los pasos de Koresh. Reno le suplicó a Clinton que los "agotara", y tanto Chipman como Sessions, después de expresar leves inquietudes, estuvieron de acuerdo en que la situación se había vuelto insostenible. Clinton les dio "carta blanca" y los alentó a eliminar a los "descontentos" siempre y cuando se asignara la culpa a Koresh y el gobierno de los Estados Unidos fuera indemne de cualquier muerte.

BILL KENDAL, ABOGADO DE CLINTON.

"No me importa lo que les pase, no votaron por mí de todos modos", dijo Clinton en la llamada. “Si mueren, mueren. Solo asegúrate de que el dedo no pueda apuntar hacia nosotros o, lo que es más importante, hacia mí. Vamos a cortar esto de raíz ahora mismo".

Como la mayoría sabe, el día 51 el FBI y la ATF lanzaron un asedio en el Complejo de los Davidianos. Un incendio consumió la instalación y 76 Davidianos de la Rama, incluidos Koresh, 25 niños y dos mujeres embarazadas, quedaron reducidos a cenizas. Janet Reno afirmó más tarde que Koresh había quemado a su propia gente, a pesar de que aparecieron imágenes de video de vehículos gubernamentales y personal equipado con lanzallamas y otros dispositivos incendiarios.

En una llamada telefónica grabada capturada tres días después del asedio, Clinton felicitó a Reno y dijo que los Davidianos de la Rama "obtuvieron lo que se merecían".

En la sala del tribunal sur de GITMO, el vicealmirante Hannink reprodujo la grabación varias veces.

“Esta no era Hillary; esto eras todo tu. Eras presidente, no tu esposa. En ninguna parte se la escucha en estas llamadas. Nadie aquí está diciendo que Koresh era un buen tipo. Pero usted, el detenido Clinton, ordenó esas muertes”, dijo el vicealmirante Hannink.

Kendall se opuso, alegando que las cintas no habían sido descubiertas y, por lo tanto, no se le había dado la oportunidad de refutar su validez.

"Tengo entendido que fue un consumado litigante civil, Sr. Kendall, pero esta es una comisión militar, que opera con toda la fuerza y ​​efecto del acto de insurrección", respondió el vicealmirante Hannink.

Kendall alteró su tono y solicitó con calma una prórroga de 72 horas, hasta el lunes por la mañana, para permitirle autenticar las cintas.

"Muy bien, esta comisión le concederá sus 72 horas, pero no toleraremos más demoras después de esto", dijo el vicealmirante Hannink.

Puso el tribunal en receso hasta las diez horas del lunes por la mañana.

Continúa parte 2.