1/2.- DE HAVONA, PLANETA TIERRA, JARDÍN DEL EDÉN

UNA EXPLICACIÓN DEL PORQUÉ ESTE PLANETA EXISTE, LA VERSIÓN DEL INICIO ULTRAMETAFISICO. 

Para mentes metafísicas.

Este planeta no fue el resultado de un Big Bang o de la creación de "Dios" como lo han dicho. El Universo llegó a existir gracias a El Uno.

DIMENSIONES Y UNIVERSOS.


El Uno no está vivo ni muerto, ni es masculino ni femenino, ni bueno ni malo. Simplemente es...

El Uno es responsable de crear todo el marco que funciona para proporcionar un entorno para que todo exista.

ÉL creó este planeta, y todos los demás planetas, estrellas, lunas y todo lo demás.

A diferencia de la historia que nos contaron, "Dios" no trabaja solo. El Uno tuvo ayuda.

El Uno creó varias razas inteligentes de de seres benévolos que funcionan para servir al Universo. Al igual que el Uno, son inmortales y nunca desaparecerán. Sin embargo, son Seres tangibles, pero no de la misma manera que nosotros.

Estos alienígenas son los artesanos encargados de mantener la integridad de todo lo que El Uno ha creado.

El planeta Tierra fue sembrado de vida por una raza de alienígenas inmortales llamados centaurianos (nombre terrestre) de un planeta llamado Edén. Está situado en el sistema estelar Centauri.

Y cuando digo vida, me refiero a TODA ella. Especialmente a nosotros.

Los centaurianos son parte de la fuerza de trabajo inmortal que sirve al Universo. Son científicos y genetistas. Su trabajo es sembrar la vida en todo el Universo.

Sin embargo, hay una excepción. El sector donde gobernaba la Bestia de Seis Cabezas (Dimensión Helel).

Utilizando un conjunto maestro de ADN vegetal y animal suministrado por El Uno, los centaurianos diseñaron genéticamente una vasta biblioteca viviente de vida.

La Tierra era su banco de semillas y se llamaba El Jardín del Edén (todo el planeta, no solo el mitico). Era sin duda el más bello de todos los planetas. El Uno realmente había hecho un trabajo maravilloso.

Utilizaron un proceso llamado empalme de genes, e hicieron este trabajo en los laboratorios del Edén.

Cada nuevo prototipo de planta o animal que creaban era llevado a la Tierra donde se cultivaba.

No todos los planetas tienen las mismas condiciones o tipo de atmósfera. Así que también había que determinar qué especies podían existir en diferentes lugares.

Este planeta fue diseñado para albergar muchos tipos diferentes de ambientes y climas que imitan las condiciones de todo el universo.

Una vez estudiadas, registradas y almacenadas las muestras, se distribuyeron a los planetas de todo el universo más adecuados para cada especie.

Sin embargo, frente a todo lo que El Uno había creado, ni siquiera EL era perfecto. El Uno sólo había cometido un error. Pero fue uno grande.

Ni siquiera vamos a pretender que lo entendemos a cabalidad, pero al principio, cuando El Uno era lo único que existía, ÉL se sentía "solo".

Para combatir este problema, El Uno se dividió en un 25% para crear otra versión menor de sí mismo.

Este nuevo Número Dos se dio cuenta más tarde de que eso es exactamente lo que era. Menor. El Uno podría haberse dividido por la mitad y hacerlos iguales, pero no lo hizo.

Y cuando El Uno terminó lo que se había propuesto hacer, que era crear el Universo, y la fuerza de trabajo inmortal para ayudar a completarlo, el Número Dos se ofendió.

Número Dos se dio cuenta de que El Uno no había proporcionado ningún papel para que EL contribuyera a todo lo que se había creado.

Al darse cuenta de que el único propósito de la existencia de EL era evitar que El Uno volviera a sentirse solo, Número Dos decidió marcharse.

En ese momento, Número Dos no se dio cuenta, pero la decisión de irse, introdujo algunas cosas nuevas en el Universo. El conflicto. Y el libre albedrío.

Número Dos se instaló en un rincón lejano del Universo (dimensión Helel). Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que estaba solo.

Así como El Uno se había dividido para resolver el mismo problema, el Número Dos también lo hizo.

Pero el Número Dos no quería enfrentarse al mismo dilema, así que EL se dividió en 6 individuos iguales. Y rápidamente se dispusieron a desarrollar en este rincón de El dos un universo en su propia versión de cómo sería el resto del Universo.

El resultado fue una sociedad galáctica de malhechores liderada por lo que se conocería como La Bestia de Seis Cabezas.

La división en 6 individuos había corrompido trozos clave de conocimiento y comprensión de la conciencia del conjunto.

Este conocimiento perdido fue la razón por la que todas las criaturas que fueron creadas para residir en los planetas de este sector, no tenían alma.

Algunas de estas criaturas eran peores que otras, pero ninguna de ellas podía considerarse realmente buena, son criaturas de carne y hueso que sólo viven un tiempo determinado y mueren un día sin lugar a donde ir por no tener alma.

Continúa parte 2.




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