2/17.- EL HALLAZGO DE LOS HACEDORES DE ALAS..

EL HALLAZGO Y CONFISCACIÓN

1972 un grupo de  excursionistas descubre una cueva en Nuevo México, al ingresar encuentra muchos laberintos en los cuáles hay extraños artefactos y tecnologías.

Sin embargo, había dos preguntas muy desconcertantes. Todos menos uno de los artefactos podrían datarse en el siglo VIII d.C. La excepción, conocida como el artefacto "brújula", parecía ser una forma inusual de tecnología, y se encontró entre los artefactos más típicos como la cerámica y las herramientas simples. La brújula estaba cubierta de extraños símbolos jeroglíficos, algunos de los cuales también se encontraron en la cerámica. En segundo lugar, los pictogramas que se encontraron en la zona habían aparecido inexplicablemente, y eran sorprendentemente diferentes de cualquiera de los otros petroglifos o arte rupestre nativos encontrados en el suroeste o en todo el continente.

Debido a estas dos anomalías, los artefactos y todo el proyecto se convirtieron rápidamente en propiedad del gobierno de los EE.UU., o más específicamente, de la Agencia de Seguridad Nacional. Se decidió que estos artefactos podrían sugerir una presencia prehistórica y extraterrestre en la Tierra, y que la NSA tenía la agenda apropiada y los medios para iniciar una expedición científica a gran escala para determinar la naturaleza y la importancia del sitio.

El sitio fue completamente registrado por un departamento secreto de la NSA en 1973, pero sólo dio lugar a unos pocos hallazgos adicionales, y ninguno de ellos fue designado como tecnologías o pruebas de una presencia extraterrestre. Se encontraron símbolos pictográficos adicionales, pero descifrarlos fue un proceso difícil y frustrante. Se pidió ayuda a los expertos, pero fue imposible llegar a un consenso sobre el significado de los pictogramas. Tan pronto como el proyecto se elevó como una investigación prioritaria, cayó en los archivos de la NSA bajo el nombre clave de Antigua Flecha.

LA FILTRACIÓN DEL JEFE DE CIENTIFICOS: 

Estuve involucrado en el proyecto Flecha Antigua desde sus inicios, cuando la ACIO ( Organización para contacto con inteligencia avanzada)  se hizo cargo del proyecto de la NSA. Inicialmente estuve involucrado en el descubrimiento del sitio y su restauración junto con un equipo de otros 7 científicos de la ACIO.  se restauró cada una de las 23 cámaras de la cápsula del tiempo de los Hacedores de Alas y catalogó todos los artefactos que los acompañaban.

"A medida que se completó la restauración, me centré cada vez más en decodificar su idioma peculiar y diseñar los índices de traducción al inglés. Fue un proceso particularmente molesto porque se encontró un disco óptico en la cámara 23 y era inexpugnable para nuestras tecnologías. Supusimos que el disco óptico contenía la mayor parte de la información que los Hacedores de Alas deseaban que supiéramos sobre ellos. Sin embargo, no pudimos averiguar cómo aplicar las imágenes de símbolos que se encuentran en las pinturas de sus cámaras para desbloquear el disco.

Decidí dejar el proyecto después de haber logrado deducir el código de acceso para el disco óptico. Poco tiempo después me di cuenta de lo que solo puedo describir como la presencia de los Hacedores de Alas. Sentí como si me estuvieran visitandome... incluso ayudándome en mi trabajo... 

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